Tras muchos meses de cuidados, los olivos devuelven todo este cariño en forma de aceitunas. Con el otoño bien entrado comienza el tiempo de la cosecha de un fruto que procede de un árbol, el olivo, lleno de fortalezas y funcionamientos realmente inteligentes que mejoran la producción de las aceitunas y, por lo tanto, del aceite de oliva.
La brisa del norte que arropa Toscana viene ya con matices gélidos. Rápido lo han notado mis mejillas. Llevo ya un rato parado en el porche contemplando los olivares que visten todas las colinas que mi vista alcanza. El rigor del amenazante invierno lo notan menos los trabajadores que han comenzado la recolección de la aceituna. Fíjate, están haciendo lo mismo que hacían las personas que aquí habitaban siglos atrás. Con más y mejores medios, sí, pero con el mismo cariño y respeto por la naturaleza. Pronto su trabajo se convertirá en oro líquido, en aceite de oliva virgen extra.
Es mucho lo que el ser humano ha aprendido sobre el olivo a lo largo de los últimos milenios. Mejorar sus cuidados es fundamental para un mejor rendimiento y calidad de la aceituna, pero esto no significa que hablemos de un árbol débil. Al contrario, el olivo es fortaleza e inteligencia.
UN ÁRBOL DE FÁCIL CÚLTIVO
Cuando mis dedos escriben “fortaleza” se trata de la capacidad del olivo para aguantar tanto bajas temperaturas (hasta -10 grados centígrados) y heladas del clima mediterráneo como sus largas sequías en época estival. Incluso las hojas (que se renuevan cada 2-3 años) llevan un sistema para minimizar la pérdida de agua. Solo el viento es el que pone en jaque con mayor facilidad sus flores.
Los olivos son árboles de entre 2 y 10 metros que pueden vivir centenares de años (incluso más de 1.000 años). Por sus características y resistencia a condiciones extremas, es un árbol fácil de cultivar y de cuidar. Quizá por eso hay más de 1.000 variedades diferentes…
¿CÓMO SE COMPORTA EL OLIVO EN ÉPOCAS DE ESTRÉS?
Cuando mis dedos escriben “inteligencia” se trata del compromiso que ha adquirido con la propia naturaleza y, por ende, con los seres humanos. Dependiendo de cómo haya sido el año (lluvias, temperaturas, poda, nutrientes) el olivo ‘decide’ cuál va a ser su intensidad de floración. El estrés hídrico y nutritivo seis semanas antes de la floración son clave. Si el olivo, aunque haya producido flores, no cuenta con suficientes recursos para continuar con la floración y hace incrementar los abortos ováricos. Es decir, no completa el crecimiento y desarrollo del fruto.
Has de saber que el olivo produce flores hermafroditas, que son las que pueden dar un nuevo fruto, y las masculinas, que solo producen polen. Eso sí, aunque el número de flores (en condiciones normales) es muy alto, sólo el 2% del total se convierte finalmente en aceitunas. Tranquilidad, es una cantidad más que suficiente para obtener oro líquido.
¿LOS OLIVOS RESISTEN EL FUEGO?
La fortaleza del olivo le lleva incluso a vencer al fuego. He visto con tristeza arder olivos, pero he visto también con alegría como se han recuperado. Su gran capacidad de regeneración se debe a las yemas latentes que posee.
Si el fuego es parcial no hace falta hacer mucho para recuperarlo de una forma más rápida: limpiar la parte de la madera más dañada y ayudarle a superar la situación de estrés con nutrientes rico en energía y fácilmente asimilables. El resto del trabajo lo pone el propio olivo.
Si los daños son más importantes la opción puede ser cortar el olivo a ras. El olivo acabará rebrotando a partir de varias varetas (que son ramas que nacen a pie de olivo para dar sobra y proteger al tronco del sol de verano). Durante años habrá que ir podando para que acabe siendo un árbol de un tronco de nuevo, es un proceso largo, pero durante el mismo ya estará produciendo aceitunas.
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENEN LAS RAÍCES DEL OLIVO?
El olivo es un árbol de fácil arraigo. Al ser su zona de confort los suelos que no producen encharcamientos y tener una alta facilidad para ramificar sus raíces puede llegar a ocupar un espacio comparable a la copa de su árbol. Y es que se desarrolla en suelos de más de 1,20 metros de profundidad; suelos bien aireados en los que la raíz pueda crecer con facilidad.
El sistema es radicular de tipo pivotante y muy ramificado. Ten en cuenta que en épocas de escasez de agua el olivo ha de buscar los nutrientes para sobrevivir, de ahí su capacidad para crear diferentes raíces.
Podría ser mucho más lo que escribiera sobre el olivo; un árbol sagrado en la Grecia Clásica, por ejemplo. Un árbol que ha tenido un espacio importante en la Biblia o en la literatura de autores de la cuenca del Mediterráneo. Un símbolo, el de la rama de olivo, que es el de la Paz. Por todo esto y por mucho más tenemos que respetar a este regalo de la naturaleza. Si lo hacemos, ellos lo harán en forma de un gran alimento.
