Seguramente alguna vez te haya dado curiosidad saber por qué existen dos tipos de aceitunas: verdes y negras. Cuando yo empecé a familiarizarme con la gastronomía mediterránea fue una de las primeras preguntas que surgieron en mí. Pensaba que se trataba de familias de olivos diferentes, pero estaba equivocado. Tal vez te sorprenda, pero las aceitunas negras son las mismas aceitunas verdes, pero sin interrumpir su proceso de maduración; es decir, son el fruto maduro del olivo. En este sentido, las aceitunas negras son tan nutritivas como las verdes, aunque, evidentemente, hay valores nutricionales que cambian.
Diferencias nutricionales de la aceituna negra y verde
La mayor diferencia entre una y otra es que la negra, recolectada en el culmen de la maduración, tiene casi el doble de contenido oleoso y calórico. Esto hace que el sabor sea más intenso —cosa que a mí, personalmente, me encanta—. Además, al igual que las aceitunas verdes, el contenido oleoso que posee es beneficioso para la salud por prevenir y eliminar enfermedades cardiovasculares. En cuanto a los valores vitamínicos, ambas están bastante igualadas.
En definitiva, las aceitunas negras son muy nutritivas y saludables para el consumo. Además, imagino que estarás de acuerdo conmigo en que son deliciosas en ensaladas, pastas, pizzas, e incluso para picar antes de comer.
Fuente: NCBI