Alguna vez te habrás preguntado por qué se denominan “vírgenes” algunos aceites de oliva. Muy probablemente, también, haya surgido en ti la necesidad de conocer la diferencia entre el aceite de oliva virgen y el virgen extra. En este artículo descubrirás qué es el aceite de oliva virgen y sus diferencias en relación con el virgen extra.
El sello “virgen” en los aceites de oliva recoge la forma en la que el aceite ha sido extraído: directamente de la aceituna mediante procedimientos mecánicos y a una temperatura inferior a los 28ºC. De este modo, el aceite conseguido es de una magnífica calidad, puesto que no se ve degradado en su proceso de obtención.
Sin embargo, existen dos tipos de aceite bajo esta denominación: el virgen, y el virgen extra. Para comprender qué es el aceite de oliva virgen es necesario ir la química del producto y observar el grado de acidez que posee. Mientras que el aceite de oliva virgen extra requiere menos de los 0.8º de acidez para considerarse tal, el aceite de oliva virgen puede llegar hasta los 2º de acidez.
Para determinar la índole del aceite debes saber que cuanto menor acidez tenga, más calidad adquiere. Un aceite de oliva virgen extra consigue unas propiedades organolépticas excelentes y unas cualidades nutricionales que garantizan el bienestar y la optimización del organismo. El virgen, por otro lado, carece de algunas de estas cualidades debido a sus grados de acidez.
Una vez explicado lo que es el aceite de oliva es sencillo vislumbrar por qué los aceites Carapelli poseen tanta distinción. No sólo representan una calidad óptima, también transmiten en sus inconfundibles aromas la pasión por la tradición y la innovación del buen aceite.
Fuente: NCBI