Entre las marcas de aceite de oliva más importantes a nivel mundial se encuentra Carapelli. Sus aceites participan en los concursos más prestigiosos de calidad del aceite de oliva en los que ha sido galardonado con medallas de oro y de plata, gracias al cuidado y conocimiento con el que se formula el aceite.
Siempre me sorprende ver el proceso de producción de los aceites Carapelli: desde la plantación de los olivos hasta el envasado, todo está cuidado milimétricamente. Esto se debe a que Carapelli apuesta siempre por conseguir las mejores cualidades organolépticas y nutricionales. De este modo, se limita a producir aceite de oliva virgen extra únicamente.
Otras marcas de aceite de oliva prefieren obtener mucho aceite en poco tiempo y utilizan métodos de recolecta mecánicos. Pero, como bien sabes, cada aceituna madura en un punto diferente. Las aceitunas que no estén en su mejor momento para la recolecta pueden modificar el sabor del aceite por completo. Por eso Carapelli trabaja con los master oliari, que reconocen el punto exacto de maduración de cada aceituna y las recolectan, una a una, en su momento óptimo.
Además, Carapelli cuenta con los master blender, aquellos que catan los aceites de oliva obtenidos de variedades de olivo específicas, y que combinan dichas variedades para crear verdaderas obras de arte: aceites de oliva virgen extra con cualidades organolépticas perfectas.
Es así como Carapelli reúne una colección de distintos aceites de oliva virgen extra, cada uno creado para el maridaje de alimentos específicos. Por eso esta es una de las marcas de aceite de oliva más vanagloriada, porque ayuda a elevar una receta tradicional hasta convertirla en una obra maestra culinaria.
El cuidado y la calidad que permanece a lo largo de todo el proceso de producción se puede sentir desde el primer contacto del aceite en el paladar. Sin duda, los aceites Carapelli reúnen una calidad suprema que emana desde el momento de abrir la botella.
Fuente: NCBI