Como seguramente sepas, existen varios métodos para extraer el aceite de oliva de las aceitunas. Sin duda, el aceite prensado en frío es el que consigue una mayor calidad en comparación con los aceites obtenidos a través de otros procedimientos.
La temperatura en el momento de la extracción
Soy de la creencia de que producir de forma lenta y calmada es la única manera para conseguir un producto de máximo nivel. Por contraparte, cuando los procesos se realizan de forma apresurada se pierde la calidad y el alma del producto final.
Hay algunos métodos que utilizan el calor para conseguir una producción de aceite más rápida y abundante. En esta necesidad de producir más cantidad con menos, se quiebra una norma fundamental: para conseguir un aceite de oliva de máxima calidad, el zumo de la aceituna debe extraerse a una temperatura menor a los 27ºC —una temperatura que el aceite prensado en frío sí respeta—.
Al calentar las aceitunas a una mayor temperatura, se pierden las propiedades organolépticas del fruto y sus nutrientes. Además, el aceite termina oxidándose antes de tiempo. De este modo, lo que podría haber sido oro líquido, se diluye y se transforma en una mera sombra de lo que pudo ser.
Carapelli: aceite prensado en frío
Por eso yo disfruto con los aceites Carapelli, porque respetan al máximo todo su proceso de producción para ofrecer aceites de una calidad superior. En el momento de la extracción no se quedan atrás ya que todos los aceites son prensados en frío.
Así es como Carapelli obtiene los mejores aceites del mercado:
• Primero las aceitunas son prensadas y trituradas en molinos para empezar a extraer el aceite de su fruto.
• La pasta obtenida de la prensa se agita para que el aceite se siga liberando, sin que la temperatura llegue a los 27ºC.
• Y, por último, se centrifuga el zumo obtenido para separar el aceite del agua y los residuos.
Vivimos muy deprisa y con la necesidad de conseguir resultados rápidos. Así, nos perdemos del disfrute. Por eso yo solo consumo el aceite prensado en frío, porque me recuerda que la calidad, la nutrición y el disfrute se encuentran en el camino y no en la meta.