En repetidas ocasiones te hemos hablado de lo estable que es el aceite de oliva virgen extra y su uso a altas temperaturas. Sin embargo, como todo alimento, es susceptible de descomponerse y quemarse a partir de cierta temperatura, conocida como el punto de humeo del aceite de oliva.
La lógica señala que, para evitar que el aceite llegue a ese punto, es imprescindible cocinar a fuego medio o bajo. Sin embargo, sabemos que no todas las recetas admiten una cocción lenta. Como en el caso de las frituras, por ejemplo, que al confeccionarlas con un aceite templado el resultado es atroz.
Teniendo en cuenta lo anterior, el método más seguro para evitar el punto de humeo del aceite de oliva virgen extra y que admite la preparación de cualquier receta, es utilizar un termómetro de cocina. Medir la temperatura del aceite es imprescindible para proporcionar platos llenos de nutrientes y, también, para que sean gastronómicamente perfectos.
Al cocinar con aceite de oliva virgen extra, debes asegurar que su temperatura no aumente más de los 200ºC. Si esta temperatura es superada, posiblemente el aceite comience a humear; señal de haber llegado a, y posiblemente sobrepasado, el punto de humeo del aceite de oliva.
El arte de la cocina asienta sus bases en métodos científicos para asegurar unas recetas magistrales. Por eso, cocinar con un aceite de oliva virgen extra de calidad junto con instrumentos, como el termómetro de cocina, favorece la creación de auténticas sinfonías para el paladar.