Adoro la Navidad. Adoro el hecho de juntarse la familia y contarse las anécdotas de todo el año o el desvelar los deseos para los siguientes 365 días. En definitiva, un día de celebración en el que todo ha de ser especial. Y un elemento fundamental para que todo sea diferente es la decoración de la mesa. Este año toca juntarnos en mi casa y te voy a detallar lo que he pensado.
Concibo la elegancia y la decoración hacia el minimalismo. Elementos pequeños y simples en contraste de una mesa más barroca repleta de objetivos. Propondré desde la sencillez una mesa de Navidad llena de estilo. Seguramente ya conoces el dicho “menos es más”. Es lo que vamos a aplicar en esta ocasión.
COMENZANDO POR EL MANTEL
Te cuento paso a paso cómo montaré la mesa. Parto de una mesa alargada sobre la que colocaré un mantel color claro, preferentemente un color tierra o tostado para aumentar la calidez del escenario y del momento. Será el lienzo sobre el que iré pintando esta pequeña obra de arte.
La primera pincelada irá en forma de porta plato. Los elementos naturales siempre son bienvenidos en las decoraciones navideñas y en esta mesa no van a faltar (y menos en una celebración en pleno campo toscano…).
La vajilla, por supuesto será de las mejores que tengo en casa. Y siempre en concordancia a los colores de la mesa. En este caso optaré también por los colores claros. Serán las servilletas y otros elementos decorativos los que aporten el contraste. Lo mismo harán los alimentos sobre propio plato una vez servidos.
Pero antes, colocaré esas servilletas de un color más oscuro. Si eres amante de los tonos clásicos de la Navidad, el rojo puede encajar perfectamente. Pondré sobre el plato cada servilleta, enrollada y atada con algún elemento natural y acompañadas por una rama de árbol. En mi caso voy a colocar una rama de olivo, no solo por ser típico de la Toscana, sino porque es el símbolo de la paz (uno de mis grandes deseos para todas las personas).
Por supuesto, no deben faltar tampoco los mejores cubiertos y copas. En mi caso me gusta que tengan un toque antiguo y rural, que encaja a la perfección con ese toque natural y los colores claros sin perder tintes modernos y sofisticados.
MINIMALISMO Y NATURALEZA SOBRE LA MESA DE NAVIDAD
El centro de la mesa es otro de los puntos clave en cuanto a decoración. El abanico de opciones en este punto es inmenso. Por mi parte, seguiré en la línea del resto que ya te he contado: minimalismo y naturaleza.
Pero ¿cómo realizarlo? De forma sutil, sin sobrecargar la mesa. Podemos combinar diferentes elementos (en poca cantidad). Yo apostaré con unas pequeñas figuras blancas en forma de estrella y también con unas piñas secas naturales. Estas últimas combinan genial con el color tierra del mantel.
Y también con el verde de las ramas (abeto es lo más habitual) que colocaré repartidas por el centro. Otra opción para acompañar son las velas, si se quiere un ambiente todavía más acogedor. Mi recomendación es que sean del mismo color de las servilletas.
Un truco que me gusta utilizar en algunas cenas o comidas en casa es el de poner ramas de canela sobre la mesa, pues aportan un aroma especial y natural al ambiente y tienen ese toque navideño que tanto me gusta.
Sin duda, a todos nos gusta disfrutar de una Nochebuena y de una Navidad mágicas. Una decoración bella hace la cita mucho más especial, pero no olvides que lo más importante y fundamental de todo es la compañía.
PD: Por cierto, de trucos para emplatar hablaré otro día.