Por un tiempo me parecía que la artesanía estaba muriendo. Más industrial, más fría, menos romántica, menos creativa, menos diferente. Así lo he estado percibiendo. Pero en los últimos tiempos, con alegría, me doy cuenta de que hay un renacer. Adaptada a los nuevos tiempos, la artesanía ha vuelto. He investigado sobre los maestros del siglo XXI y quiero compartir con vosotros lo aprendido porque merece mucho la pena.

Sí, disfruto paseando por las calles de Florencia y viendo las obras que los maestros forjadores crean. O con los artículos de cuero realizados a mano. Ese romanticismo, esa sabiduría heredada de generación en generación… es como si se parara el tiempo. Es la artesanía de toda la vida. Y es verdad que en todo hemos de adaptarnos a los nuevos tiempos. Quizá los artesanos en un inicio no supieron aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Pero hoy por hoy la cosa ha cambiado.

Yo les llamo ‘Artesanos del siglo XXI’. Son los artesanos modernos, los que han rescatado la diferenciación gracias a su creatividad. Lo hacen también bajo la demanda que la sociedad tiene por diferenciarse de los demás. Y eso es bello: modelar una personalidad apoyándose con, por ejemplo, artículos únicos de estos nuevos maestros.

LAS MANOS COMO TECNOLOGÍA

Quiero poner ejemplos. Quiero hablar de figuras como la de Shae Detar. Conocí sus trabajos por casualidad y quedé maravillado. El Photoshop de sus fotografías son sus manos. Con ellas eleva el arte que es de por sí un retrato a un nivel superior. Y, sinceramente, ver esa pasión mientras trabaja ya dice mucho:

Desde su taller, Javier S. Medina ha recuperado dos antiguos oficios: el de espartero y el de cestero, creando obras completamente artesanales como el trofeo de caza ecológico y el espejo sol. Visto lo visto, no es de extrañar que su trabajo haya llegado hasta Hollywood, enamorando a celebridades como Sarah Jessica Parker.

60 pares anuales. El maestro zapatero Yohei Fukuda tiene claro que la calidad y la personalización priman por encima de todo lo demás. Prueba de ello es que sus samples se fabrican con la misma piel que el zapato final, montando este solo cuando el cliente da su aprobación definitiva.

Déjame hablarte también de Andy Hatch, que está convencido de que hay algo hermoso en hacer queso. Por eso cuida al detalle todos los elementos que influyen en el proceso de elaboración. El resultado se traduce en dos modalidades de quesos artesanos y estacionales que reivindican la importancia de la materia prima.

Un estilo más contemporáneo es lo que admiro de Romina Gris. Usando la tradicional arcilla, un material que se ha utilizado en todos los pueblos desde la Antigüedad, acaba creando figuras que para nada parecen haber salido de unas manos. Me resulta fascinante.

MAESTRÍA EN REDES SOCIALES

Lo habitual antaño era buscar las zonas donde los maestros de un mismo gremio creaban (añoro esos paseos por las joyerías del Ponte Vecchio de Florencia) para contemplar sus creaciones. Ahora, esta maestría se transmite a través de un smartphone. Sí, estoy de acuerdo contigo, no se apreciar del mismo modo. Pero cuenta con una gran ventaja, ayuda a que los maestros de todo el mundo puedan dar a conocer su obra y hacer crecer su negocio.

El caso de Bere Casillas es digno de mención. Sastre de profesión, ha pasado de regentar un pequeño negocio tradicional de trajes, pura artesanía, a convertirlo en una marca internacional tras la creación de un canal de YouTube que cuenta con millones de visualizaciones y a través del cual transmite su buen hacer.

EL ÉXITO DE LA NUEVA ARTESANÍA

Vivimos en una época en la que lo genuino vuelve a cobrar valor. Poco a poco, estamos entendiendo de nuevo la importancia de dar visibilidad a aquellos artistas que mantienen viva la tradición y la atención en el detalle.

Cuando lo consigamos, los ‘Maestros del Siglo XXI’ tendrán una oportunidad no solo para lograr el éxito, sino para que las nuevas generaciones sepan valorar el arte otra vez y sigan los pasos de sus progenitores. Como se ha hecho toda la vida en la artesanía.

La verdad es que ahora que lo pienso, la artesanía de toda la vida, la tradicional, es muy moderna. ¿Estás de acuerdo conmigo?